viernes, 15 de febrero de 2008


3 comentarios:

Emiliano Álvarez dijo...

Para: Las poetas del megáfono
De: un poeto, que se rehúsa a hablar de las gravedades de sus ingles, y que jamás blasfemaría negando el honor de soportar en el hombro el peso mágico de tan increíble forma de escuchar su voz.

Insomnio



“Buenas noches. Estoy cansado.”
le había susurrado a mis almohadas.

Sentía un leve peso debajo de las cejas,
y los indicios eran claros:
dormiría a buena hora
(para mí al menos).

Pero de pronto,
este silencio envolvente,
hecho de los arañazos de los coches
y del lento movimiento de una luz amarillenta,
se vio roto, felizmente,
por el eco amplio
de una manada de voces femeninas
que le cuentan sus secretos
a un aparato que los divulga
con la gracia de un gotero en la sequía.

Las culpo por mi insomnio,
por el de esta noche al menos.

Las culpo por este continuar
viendo un techo que a la luz es blanco,
aunque sea gris por estas horas.

Ese techo que ahora es escenario
cargado de sus cuerpos tan distintos,
de sus voces tan distintas,
de sus versos, risas, ritmos tan distintos.

Hablaron hoy del viaje,
y yo acabé anclado a esta cama,
igual de feliz y de despierto,
que cuando regresa de algún vuelo
donde se vieron jardines impensables
de nubes y montañas,
con los horarios hechos trizas,
y con la alegría desbordante
de quien conoce nuevos sitios
donde poesía es sinónimo
de sentarse a una mesa a repartir el pan.

María Tabares dijo...

prrrrrprrrrprrrrrrrrrrrrr

Sor Juanais dijo...

Emiliano eres un encantoooooooo!!!!!!!!!!!